Los más ligeros de su clase
La gama más versátil
Resistencia en estado puro
Concebidos para ser limpios
Evite daños por estática
Sistemas de almacenaje modulares y cajas a la medida de tus necesidades
Contenedores de plástico de gran volumen, rígidos y apilables para Industria y especiales para Agricultura. Los más resistentes y duraderos de su categoría.
Cajas de plástico euronorma de la mayor calidad con gran variedad de medidas y opciones que las hacen adaptables a la mayoría de sectores industriales.
Cajas de plástico con aislamiento térmico de máxima eficiencia para garantizar que los productos mantienen la cadena de frio durante su transporte.
Las cajas de plástico están desarrolladas para dar respuesta a diferentes tipos de aplicaciones logísticas, existiendo múltiples categorías y tipologías de producto.
Las cajas de plástico son la opción más extendida en gran cantidad de aplicaciones y sectores para el transporte, manipulación y almacenamiento de muchos tipos de producto. A lo largo de los años, los contenedores de plástico han demostrado sus innumerables ventajas entre las que destacan su gran durabilidad, su elevada resistencia y su higiene. Por este motivo, las cajas de plástico se han establecido como la mejor opción cuando se busca una caja reutilizable y con un amplio ciclo de vida.
Existen diferentes modelos de cajas de plástico en nuestro catálogo que están desarrollados para dar respuesta a aplicaciones muy específicas. Por lo tanto, no existe un único producto universal que resulte eficiente y conveniente para todo tipo de aplicaciones.
En Naeco Packaging contamos con dos gamas de cajas de plástico que tratan de dar respuesta a las siguientes aplicaciones:
Con el paso del tiempo, iremos incorporando nuevas gamas a nuestro catálogo con el objetivo de cubrir el mayor número posible de aplicaciones.
Cajas de plástico fabricadas en una única pieza lo que les confiere una enorme resistencia, durabilidad y gran capacidad de carga. Las cajas rígidas son ideales para las siguientes aplicaciones:
Cajas de plástico formadas por un conjunto de piezas que se unen entre sí y que, gracias a sus uniones y un sistema de bisagras, pueden ser plegados optimizando el espacio que ocupan en vacío. Las cajas plegables son la opción ideal para optimizar los costes de la logística inversa y el retorno a origen de las cajas en aplicaciones donde existe una elevada reutilización del envase.
La gran ventaja de las cajas plegables es su capacidad de plegarse una vez están vacías, ocupando una fracción del espacio que ocupan en abierto. Sin embargo, su resistencia es inferior comparada con las cajas rígidas debido precisamente a la unión de sus piezas. Habitualmente, la eficiencia de costes y medioambiental generada por las cajas plegables justifican su uso y producen un retorno de inversión óptimo gracias a su elevada eficiencia.
La encajabilidad es una característica que permite a las cajas ocupar un espacio menor cuando están vacías y por tanto ser almacenadas para su posterior utilización. El espacio es un elemento crítico y muy valioso en cualquier operación de logística inversa, y por tanto ha de ser optimizado para la obtención del máximo beneficio. De esta forma, las cajas encajables pueden optimizar tanto el espacio de almacenamiento como de transporte cuando están vacías con su consiguiente reducción de costes logísticos.
Las cajas encajables tienen un diseño que, mediante un giro de 180º, una tapa o algún elemento oscilante, consigue que una caja entre parcialmente en la otra cuando están vacías, optimizando el espacio que ocupan. Para esto es necesario que la caja sea cónica, para que resulte posible introducir parcialmente una caja dentro de otra (encajar), produciendo así la reducción del espacio necesario para su almacenaje. De forma general, las cajas de un fabricante no “encajarán” con las cajas de otro, cosa que puede suceder igualmente con diferentes modelos de cajas encajables.
Las cajas encajables pierden volumen de carga debido a la conicidad de sus paredes, y para que encajen es necesaria algún tipo de intervención, como girar la caja, abrir una tapa o accionar algún mecanismo. Esta intervención suele compensarse con la elevada optimización producida en su transporte y almacenamiento, con las ventajas de tener una caja rígida.
Se consideran cajas rejadas o abiertas aquellas que tienen pequeñas aperturas en una o varias paredes de las paredes internas de la caja. Estas aperturas, además de hacer que la caja sea más ligera, y por tanto más económica y sostenible, facilitan el flujo de aire a través de la mercancía, lo que posibilita una correcta ventilación del producto que contiene.
Habitualmente, se utilizan las cajas rejadas o abiertas en aquellas aplicaciones donde la ventilación es un factor importante (fruta, verdura, pan…) o en aquellos casos donde las paredes exteriores no tienen importancia, dado que, al tener un peso inferior, resultan un modelo más económico que las cerradas.
Existen numerosas aplicaciones donde el producto transportado puede soltar algún tipo de líquido (carne, pescado…) o contienen piezas pequeñas (tuercas, arandelas…) y resulta crítico evitar que estos líquidos o partículas vayan soltándose a lo largo de la cadena de distribución del producto. Es por ello que existen cajas completamente cerradas y lisas que son capaces de contener incluso productos completamente líquidos sin riesgo de fugas dado que el plástico es impermeable.
Gracias a las ventajas que les confiere a las cajas estar fabricados en plástico (habitualmente virgen), estas pueden estar en contacto directo con los alimentos y, una vez vaciadas, pueden ser lavadas dado que son impermeables.