Durante el 2020, mientras se negociaba la relación comercial de cara al futuro, apenas hubo diferencias para ciudadanos y empresas, puesto que Reino Unido aún se mantenía en el mercado europeo. No obstante, algunas consecuencias sí llegaron a tener eco en el mercado económico: por ejemplo, los bonos británicos registraron mínimos y la divisa se hundió hasta niveles de los 80.
¿Cuáles son las consecuencias del Brexit en la logística internacional?
Desde que se anunció, el Brexit ha generado inquietud entre diversos sectores, especialmente en el de transporte, logística y comercio, puesto que va a marcar un antes y un después en las relaciones comerciales.
Europa es el país que más comercia hacia Reino Unido: el volumen de la relación exportadora de la Unión Europea hacia Reino Unido está estimado en unos 700.000 millones, lo cual representa el 80% de las exportaciones.
La salida de Gran Bretaña supondrá barreras y obstáculos para el comercio en ambas direcciones, impactando directamente en los costes de las compañías, algunas de las cuales ya han aumentado un 4,9% las tarifas de transporte. Tendrá un fuerte impacto en el transporte de carga y descarga en todas las modalidades: carretera, ferrocarril, aéreo y marítimo.
Además, establecer controles aduaneros hará que se produzcan colapsos, como ya se pudo comprobar a finales de 2020, donde varios profesionales del transporte por carretera quedaron retenidos en Reino Unido tras el cierre del eurotúnel decretado por Francia. Una situación anticipada por el coronavirus.
Ante la posible falta de acuerdo, muchas empresas británicas decidieron aprovisionarse de todo cuanto necesitaban para intentar amortiguar con stock el embudo en la cadena logística. Además, el miedo civil al desabastecimiento ya ha hecho que en más de una gran superficie las estanterías se vaciaran.
¿Es posible llegar a un acuerdo para seguir comerciando con normalidad?
Durante este año 2020, ambas partes han establecido diálogos para intentar llegar a un acuerdo que defina la nueva relación entre Reino Unido y el resto de Europa. Ha sido una situación complicada en el que no ha habido demasiado entendimiento y aún está por definir.
La falta de consenso haría que Reino Unido se convirtiera en un país tercero sin preferencias específicas. Por lo tanto, los bienes comercializados en ambas direcciones deberían someterse a controles aduaneros como se someten los bienes procedentes de países externos a la Unión Europea.
No obstante, en caso de que esto sucediera, se activarían medidas de contingencia que permitieran continuar utilizando la Licencia Comunitaria y otros documentos válidos con el fin de mantener durante al menos seis meses una conectividad básica por transporte aéreo y carretera.
Sin embargo, parece que finalmente sí se ha llegado a un acuerdo. Durante las navidades de 2020, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha confirmado que, tras un largo y sinuoso camino que ha implicado cuatro años de negociaciones, se ha llegado a un consenso con el Reino Unido.
Pese al acuerdo, el Brexit desencadenará irremediablemente una serie de cambios en la logística de las empresas que quieran exportar sus productos.
Principales sectores afectados por el Brexit
El Brexit sin acuerdos tendrá consecuencias para los bienes comercializados, pero también para varios sectores:
- Uno de ellos es el sector químico, que está sometido a una compleja regulación de la Unión Europea y a diversos controles estrictos.
- Otro es el automovilístico. En la fabricación de un automóvil, las piezas se trasladaban de un país a otro hasta que finalmente se montaban: era una forma de trabajar sin almacenamiento de materiales y componentes, sino que se consumían y montaban según se recibían. Ahora cabe preguntarse si seguirá existiendo el mismo flujo de mercancías con las tasas aduaneras y si seguirá siendo un mercado igualmente competitivo como estaba siendo hasta ahora.
A ello hay que sumarle la nueva documentación internacional que deben portar los conductores de transporte terrestre: además del carnet de conducir y el pasaporte, deberán presentar:
- EORI: número de registro e identificación del operador económico asignado por una autoridad aduanera.
- MRN (Número de Referencia de Movimiento): número de movimiento de las mercancías presente en la documentación expedida por la aduana de origen.
- TAD (Documento de Tránsito): necesario si se cruza el Reino Unido para llevar mercancías hacia o desde Irlanda.
- DUA (Documento Único Administrativo): modelo de declaración obligatorio necesario para realizar operaciones de comercio internacional de mercancías tanto de importación como de exportación.
- KAP (Permiso de acceso a Kent), con una duración de 24 horas.
Además de someterse a diversos controles sanitarios y filosanitarios y de antiinmigración.
Palets de plástico para las nuevas barreras
Al convertirse en un país tercero, Reino Unido debe hacer frente a varias problemáticas nuevas, como los palets de madera reutilizables (Wood Packaging Material, WPM en inglés).
Los palets de madera son la piedra angular para el transporte de mercancías. Deben pasar severos controles para asegurar que se encuentran en buen estado: concretamente, las Normas Internacionales para Medidas Filosanitarias NIMF15 (en inglés, ISPM, International Standard for Phytosanitary Measures). Esta prueba no es necesaria para la actividad intracomunitaria, pero con el Brexit, la situación cambia.
A ello hay que sumarle que en Reino Unido no hay palets suficientes para mantener el ritmo de actividad el sector, por lo que no pueden entrar ni salir.
Por eso, la solución más eficaz frente a esta situación es la utilización de palets reutilizables de plástico sostenibles y respetuosos con el medioambiente como los palets lightweight, que encontrarás en Naeco y que, por sus características, son ideales para las exportaciones. Si buscas una empresa especializada en este tipo de soluciones, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
